‘El 70 por ciento de lo que los colombianos compramos en los supermercados no es comida, son alimentos ultraprocesados que llevan a enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes e hipertensión, entre otras dolencias que afectan a los colombianos’, dijo el médico endocrinólogo bogotano Oscar Rosero, invitado por la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya – Fenalce – a la socialización de Colombia sí sabe en el marco de la feria Agroexpo que se realiza en Corferias.
Según Henry Vanegas Angarita, gerente general de Fenalce, “Colombia sí sabe es la campaña de Fenalce, que busca fomentar el consumo de cereales, leguminosas y soya que se cultivan en nuestro país, resaltando los beneficios, versatilidad y todo lo que hay detrás de la producción hasta llegar a la mesa, fortaleciendo la agricultura y el campo colombiano”.
Esta campaña busca que los colombianos aumenten el consumo de granos básicos como el maíz amarillo y blanco, el frijol, la lenteja, la arveja y la soya, que por siglos nos han alimentado para, de esta forma, apoyar el trabajo de los campesinos que con amor y dedicación los cultivan, para no depender de las importaciones y para mejorar la calidad de vida y salud de los colombianos.
El doctor Rosero desde hace varios años viene alertando sobre los problemas que trae la dieta que los colombianos hemos adoptado, desde los años 70 y 80, en la que los productos ultraprocesados, como galletas, dulces, helados, gaseosas y hamburguesas, han desplazado a productos ancestrales como la papa el arroz, el frijol y las leguminosas.
“El 71 por ciento de las muertes a nivel global provienen de enfermedades generadas por productos ultraprocesados que no son comida, son productos industriales que son perjudiciales y adictivos. Son tóxicos”, asegura Oscar Rosero, quien además recomienda consumir 5 veces a la semana los granos que se cultivan en Colombia para regresar a nuestro origen y ser más saludables.
“Como endocrinólogo les puedo asegurar que la enfermedad no va a llegar a tocar nuestra puerta cuando volvamos a ser humanos a la hora de alimentarnos. Nadie les enseña a los niños en los colegios que un buen almuerzo es una frijolada, nadie les enseña que una lentejas son una maravilla”.