Por Diego Alfonso
Con el anuncio, el pasado 16 de junio, de la apertura de Caño Cristales por parte de las autoridades ambientales, Parques Nacionales Naturales y Cormacarena, se abrió también la temporada oficial de turismo en La Macarena, municipio del sur del departamento del Meta.
Desde hace varios años, los habitantes de este municipio vienen estudiando otros planes y actividades que hagan atractivo este territorio a los turistas que solo llegan cuando se abre el ‘río de los siete colores’ o el ‘río más bonito del mundo’, algunos de los nombres que se le han dado a esta maravilla natural de Colombia.

Normalmente, entre junio y diciembre se ofrece esta temporada turística cuando, gracias a las lluvias, la planta macarenia clavigera, presente en ambientes tropicales y sub-tropicales del mundo, pinta las aguas de este río que recorre cerca de 100 kilómetros desde su nacimiento en la Sierra de La Macarena hasta su desembocadura en el río Guayabero.
El resto del año, los macarenenses se tienen que dedicar a otras labores como el comercio, la ganadería y la pesca, actividades que han tenido bastante impacto ambiental en la historia del municipio de La Macarena, sin olvidar otras más perjudiciales como la tala de bosques, el comercio de pieles y la siembra de cultivos ilícitos que también hicieron parte de la historia económica de algunos de sus habitantes.

Por eso, una de las iniciativas que ha venido prosperando es la de La Cachivera Tour Cristales S.A.S, una asociación de turismo comunitario que reúne a cerca de 25 familias que habitan esta importante vereda del sur del municipio que ofrece otras actividades que en temporada de Caño Cristales complementan la oferta turística y los primeros seis meses del año brindan otras opciones naturales y culturales que hacen atractivo visitar este municipio durante todo el año.

Después del colorido río que ha sido considerado por quienes lo visitan como el verdadero paraíso aquí en la tierra y que también hace parte de la vereda La Cachivera, está la Laguna El Silencio, que, como su nombre lo indica, es un sitio de contemplación y conexión real con la naturaleza. Por eso, para navegar por este sitio no se usan lanchas con motor sino potrillos, una especie de canoas en fibra de vidrio, conducidas por operadores turísticos de La Cachivera que, con remos, te llevan – ojalá en un asombroso atardecer – en un paseo inolvidable de cerca de kilómetro y medio por esta mágica laguna, donde seguramente podrás observar aves como garzas, águilas y pavas hediondas, además de tortugas, cachirres y, con mucha suerte, alguna anaconda, animales que habitan El Silencio, además de peces como arencas, pirañas y bocachicos. En los bosques que circundan la laguna se asoman curiosos monos de 8 especies, iguanas, guacamayas y otras especies de aves y reptiles que demuestran la riqueza de este ecosistema.

Además de la laguna El Silencio, La Cachivera Tour Cristales S.A.S. ofrece otros planes como senderismo, diurno y nocturno, por caminos selváticos donde los guías cuentan las historias de árboles y plantas emblemáticas de esta zona y nos ayudan a entender la importancia de cuidar nuestra naturaleza para la conservaciòn de la vida en el planeta. También sus visitantes pueden realizar labores de la ruralidad como cabalgatas y ordeño de ganado, despuès de disfrutar de un mágico amanecer.

El hospedaje es en un ambiente completamente rural, en cabañas ecológicas, en donde las comodidades que ofrecen las grandes ciudades se cambian por la tranquilidad y la paz que se respira y vive en este espacio. Y debe ir preparado para cambiar, después de una deliciosa cena llanera, la rumba bulliciosa a la que puede estar acostumbrad@ por una noche de cuentos de leyendas y espantos alrededor de una fogata.
Video La Cachivera