‘Mis panitas’ el turismo está ‘paila’ pero metámosle ‘berraquera’

Por Diego Alfonso

Director de ColombiaDeFiesta 

Con el permiso de todos ustedes dejo esto por aquí y me retiro, no tan lentamente. De hecho, muy rápido porque los mensajes de hoy – con tantos canales de comunicación y los innumerables generadores de contenidos que existen – generalmente pasan por una oreja y salen por la otra, son raudos y, en su mayoría, intrascendentes, como dirían en el lenguaje coloquial colombiano “los mensajes de hoy son casi como un ‘polvo e gallo’”.

Ustedes son de los míos si extrañan viajar, pero como vemos ‘la situa’ estamos aún ‘viches’ ‘pa’ coger calle’. De poco han servido los justos ’berrinches’ al gobierno de los empresarios del turismo, ni los ‘bonches’ necesarios que siguen armando las personas que viven y sobreviven de la ‘chamba’ de alguna de las tantas actividades de la hasta hace muy poco llamada ‘industria de la hospitalidad o de la felicidad’, que por ahora podría ser la ‘industria de la soledad y de la resiliencia’.

‘La industria de la soledad’ porque el gobierno nacional y también los regionales, seguramente apoyados en razones médico-científicas, tienen cerrado con candado el país y, al parecer, perdieron voluntariamente la llave, pues aún no se ven medidas concretas para reactivar este sector que venía creciendo como espuma. Anuncios de préstamos y algunas pequeñas acciones ‘piloto’ adelantadas no son suficientes y, mientras tanto, la gente sigue aguantando ‘filo’ y en los sitios turísticos ‘asustan’.

Pero de la soledad también porque, una vez el gobierno de ‘luz verde’ para comenzar a abrir estos espacios, el turismo deberá hacerse, inicialmente, solo con la pareja o unos pocos miembros de la familia, sin ‘galladas’; y en los sitios que se visiten seguramente no habrá multitudes, lo que va a seguir siendo un alivio para esos lugares que han tenido un merecido descanso de las actividades depredadoras que, en la mayoría de veces, deja el turismo. Muchos ‘saltamos en un pie’ cuando vemos cómo la fauna en todo el mundo ha ocupado el espacio que les pertenece ¿o en esto no son de los míos?

Y el turismo de resiliencia… porque este virus ‘malamazao’ ha resquebrajado tanto este sector que, con mucha ‘berriondera’, los ‘dueños de los chuzos’ deben ser aún más creativos y ofrecer nuevos productos y servicios que sean acordes con la era post pandemia para ‘pasar la página’ lo más pronto posible. Igualmente – y habrá que preguntarles a psicólogos y psiquiatras –  entre los males que está dejando el covid-19 está la hodofobia o el miedo a viajar, quizás por un posible contagio; por estar buscando ‘lo que no se le ha perdido’, como decían las madres y abuelas en ‘tiempos upa’, miedo que hay que superar con pasitos cortos, por ejemplo saliendo primero al parque más cercano a nuestra residencia, luego a un parque natural de la región en que vivimos, para finalmente pegar el salto hasta una playa más lejana o una de esas tantas regiones hermosas que tiene Colombia. Así es, COLOMBIA. Primero lo nuestro, primero lo cercano y, seguro, esa hodofobia ‘se pisa’.

Los empresarios del turismo piden ‘a gritos’ que se vaya abriendo el transporte terrestre y aéreo, por lo menos a nivel nacional, eso sí con todas las medidas de bioseguridad necesarias y con todos los controles para que, con tanto ‘conchudo’ que hay a cada vuelta de la esquina, no se formen ‘chichoneras’ en aviones, buses y busetas. Pero el gobierno ‘chuchingo’ no dice ‘ni mú’ sobre este llamado a ‘meterle la chancleta’ a este sector tan necesario para la economía del país y, lo que se siente en el ambiente, es que el gobierno ha sido ‘chiringuero’ con recursos para el turismo en este ‘País del Sagrado Corazón’, aunque con esto los jueces me abran los ojos como si quisieran ‘que les echara gotas’.

‘Estamos en la pitadora’ si ahora nos conformamos con el turismo virtual, un turismo que no ‘toca las fibras’ porque lo que se llama TURISMO es para vivirlo y gozarlo con los cinco sentidos, visitando a doña Telésfora en Buenaventura para comerse un arroz triple con sancocho de pargo rojo o un viudo de pescado de río a lo largo del Magdalena o una carne a la mamona en algún lugar del llano o unos dulces en el portal de las cocadas en Cartagena o esas delicias que, dicen algunos, atentan contra la salud, en la cuadra de los fritos en Montería o escuchando artistas en su propio ‘terruño’ y comprándole a los artesanos ‘calidosos’ y ‘cositeros’ que hay por cada una de las regiones de nuestro amado país. Los viajes virtuales son útiles para no olvidar y antojarse de los destinos, no para reemplazarlos. 

Sigamos ‘pidiéndole cacao’ al gobierno, con mucho ‘bombo’, para que nos vaya ‘dando señas y guiños’ positivos; y todos los que tenemos que ver con el turismo metámosle ‘cañaña’, que de esta salimos, o no recuerdan que a comienzos del 2000 un grupo terrorista nos mantenía enclaustrados a los colombianos y el turismo era casi ‘nulo’ porque si te atrevías a salir era muy posible que cayeras en una de sus ‘pescas milagrosas’ y ‘pa’ las montañas de Colombia’ hasta que no te ‘vacunaran’? Luego el país se enderezó y todas las actividades que conforman esta actividad fueron creciendo, generando empleos, ingresos y felicidad, hasta convertirse hoy en el ‘nuevo petróleo’.  ‘El camino es largo y culebrero’ pero por allí nos encontraremos, eso sí con todas las medidas de bioseguridad que tenemos que tener TODOS o sino ‘apague y vámonos’, pero ‘pal rancho’. Se tenía que decir y se dijo.

Nota: Si usted es colombiano o vive en el país no tendría problemas en entender cada una de las palabras y frases que hacen parte de este texto de opinión; si no entiende alguna de ellas o si es de otro país y no entiende nada, por favor escríbame al Whatsapp (+57)3102411534 que aquí estamos para servirle.

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